MUISCAS
Los muiscas indígenas que han habitado el altiplano
cundiboyacense y el sur del departamento de Santander, en la actual Colombia, desde aproximadamente el siglo VI
a. C. hasta la actualidad, y cuyos descendientes directos viven principalmente
en los departamentos de Cundinamarca y Boyacá, y organizados en forma de
cabildos indígenas en localidades como
Suba, Bosa, Usme, Fontibón y Engativá, además de municipios vecinos como Chía,
Cota y Sesquilé. Buena parte de la población actual de la Cordillera Oriental
de Colombia es resultado del mestizaje de los muiscas con otros pueblos,
particularmente con los españoles.
COSTUMBRES Y MODOS DE VIDA
AGRICULTURA
El maíz era el
alimento básico. Como los muiscas no conocían el hierro, labraban la tierra con
instrumentos de piedra o de madera en tiempo de lluvias, cuando se ablandaba el
suelo, y por eso consideraban las temporadas de sequía como un gran
problema. La papa, el maíz y la quinua
eran los principales productos de consumo, a las cuales añadían varias raíces y
legumbres de menor importancia que sazonaban con sal, ají y hierbas aromáticas.
Dos veces al año cosechaban las papas, y el maíz una vez en las tierras frías,
en donde estaba acumulada la mayor parte de la población. En las tierras
templadas cultivaban la arracacha, y la yuca en las regiones cálidas. Ejercían la pesca en los ríos y lagunas de
las planicies con pequeñas redes y balsas de junco que siguieron fabricando
hasta el siglo XIX.
ALIMENTACION
Algunas fuentes
evidencian que la alimentación de la población muisca era variada y
equilibrada, pues además del maíz, que era la base de su alimentación a través
de múltiples preparaciones, consumían también maní, frijoles o coca y proteína
animal como curí, venado, conejo, pescado, hormigas, orugas, aves y animales de
monte.
HIGIENE
Los muiscas se
bañaban varias veces al día para sorpresa de los españoles, para quienes
bañarse tanto era innecesario y obsceno (puesto que se bañaban hombres, mujeres
y niños a la vez en los ríos). También hacían ciertos baños rituales: para
madre e hijo después del parto, en la llegada de la menstruación, en el rito de
iniciación masculino y en la coronación de un nuevo Zipa en la Laguna de
Guatavita.
SEXUALIDAD
Existía total
libertad sexual antes del matrimonio y éste poco tenía que ver con la
virginidad; por el contrario, la virginidad para la mujer muisca era una
verdadera desgracia. La poligamia era común entre la sociedad muisca. El incesto estaba prohibido. Los matrimonios se celebraban ante el chyky
(sacerdote muisca), y estando los dos contrayentes unidos por los brazos.
VESTIMENTA E INDUMENTARIA
Los muiscas fueron
hábiles tejedores de algodón. El cronista español Lucas Fernández de Piedrahita
cuenta que estos indígenas, a diferencia de los de tierras más cálidas, andaban
siempre vestidos. Los guerreros muiscas
(güechas) llevaban en la cabeza cascos de oro, mientras que los hombres del común
se cubrían la cabeza con pieles de osos y tigrillos, adornados además con
plumas de todos los colores. Los hombres que pertenecían a la familia inmediata
del Zipa, llevaban sobre la frente medias lunas de oro o de plata, con las
puntas hacia arriba. Alrededor de los brazos, solían llevar brazaletes con
esmeraldas incrustadas, y la gente del pueblo llevaba manillas con huesos de
animales. La nobleza llevaba narigueras y orejeras de oro, y todos se pintaban
el rostro y el cuerpo con tintes naturales. Las mujeres usaban una manta larga
que ceñían a la cintura con una faja, y sobre los hombros otra manta pequeña,
sujeta al escote con un alfiler grande de oro o de plata, que tenía un cascabel
en uno de sus extremos, de suerte que los pechos quedaban casi descubiertos.
Los hombres llevaban el cabello largo hasta los hombros, y las mujeres también
lo llevaban largo y suelto. La mayor afrenta para un hombre o una mujer muisca
era que se le cortase su cabello, o que su cacique les rompiese la manta, como
castigo a algún delito.
Pinturas, adornos
y joyas simbolizaban y representaban el poder y por lo tanto, estaban
reservadas a los poderosos.
FESTIVIDADES
Los muiscas eran
un pueblo con muchas festividades, asociadas principalmente al ciclo agrícola y
al ciclo de la vida.
Fiestas de los
caciques:
En los meses
correspondientes (según el calendario occidental) a enero, febrero y parte de
marzo, tenían lugar unas festividades en las que se convidaban alternativamente
unos caciques a otros.
Fiestas de la
construcción de cercados:
Igual de festivo
era el transporte de las piedras y de los grandes postes necesarios para
construir los cercados, donde tampoco faltaba la chicha, los cantos, los
adornos y la pintura corporal.
Fiestas de la
inauguración de cercados:
Reconstrucción de
un cercado muisca en el Parque Arqueológico de Sogamoso.
DEPORTE
El deporte ha
tenido una importancia ritual para los muiscas. En tiempos prehispánicos,
además de la lucha, también practicaban el zepguagoscua, que consistía en
lanzar un disco de oro, y que evolucionó hasta el actual tejo, considerado el
deporte nacional de Colombia
Artesanía
Las mujeres se
ocupaban del hilado para las mantas de algodón, y los hombres las tejían y
pintaban, en lo cual tenían mucha reputación. Labraban la madera con mucha
habilidad, y del hueso hacían figurillas para colgarse en collares u otros
adornos.
ARQUITECTURA
Los muiscas
construían sus casas utilizando como principal material la caña y el barro para
hacer las tapias llamadas bahareque. Las casas comunes eran de dos formas: unas
cónicas y otras rectangulares. Las primeras consistían en una pared en círculo
hecho de palos enterrados como pilares más fuertes sobre los cuales se sostenía
de lado y lado un doble entre tejido de cañas cuyo intersticio era tupido de
barro. El techo era cónico y cubierto de pajas aseguradas sobre varas la
profusión de tales construcciones en forma cónica en la sabana de Bogotá, dio
origen a que Gonzalo Jiménez de Quezada le diera a esta altiplanicie el nombre
de «Valle de los Alcázares». Las construcciones rectangulares consistían en
paredes paralelas también de bahareque, como las anteriores, con techo en dos
alas de forma rectangular.
Actividad
económica
En época
prehispánica, los muiscas, cuya economía era fundamentalmente agraria,
cultivaban maíz, papa, quinua y algodón, entre otros productos agrícolas. Eran
excelentes orfebres, practicaban el trueque de mantas, sal, esmeraldas y otros
productos con los pueblos vecinos: (muzos, panches, sutagaos, guayupes, tecuas,
achaguas, tunebos y lanches).
La confederación
muisca explotaba los siguientes productos minerales:
Oro
Esmeraldas
Cobre
Sal
Espiritualidad
Los sacerdotes
(Chyquy) se formaban desde la infancia y eran los responsables de dirigir las
principales ceremonias religiosas. Nadie más que los sacerdotes podía entrar al
interior del templo. La religión muisca contemplaba los sacrificios humanos,
pero es probable que a la llegada de los españoles estos hubieran desaparecido
tiempo antes y los relatos de sacrificios humanos entre los muiscas sean
historias transmitidas por tradición oral, pues no existe un testimonio de
primera mano que mencione un sacrificio humano contemporáneo a la presencia de
los españoles.
CALENDARIO
Los muiscas
conocían el solsticio de verano (el día más largo del año, que cae en el 21 de
junio). Esa era la fecha indicada para rendir culto a Sua (el dios Sol). El
templo de Sua estaba en Sogamoso, la ciudad sagrada del sol y sede del iraca
(sacerdote supremo de los muiscas). De ese culto viene el nombre de la ciudad:
Suamox o Sugamuxi. Una procesión de la corte del zipa se dirigía al Templo del
Sol y el día era motivo de gran fiesta y alegría entre las personas del pueblo,
quienes se pintaban el cuerpo y se embriagaban con chicha. Se hacían ofrendas a
Sua para pedir por la bendición de las cosechas anuales. También era el único
día en el cual la gente podía ver al zipa.
RELIGION
Los muiscas eran politeistas
Los muiscas eran politeistas
Deidades
Bague (La Gran
Madre
Chiminigagua (El
Creador
Sua (El Sol)
Chíe (La Luna)
Bachué, o
Fuchachogue (Madre de la Humanidad)
Chibchacum, o
Chibchacun (El Protector)
Nemcatacoa o Fo
(Dios de las Artes)
Bochica,
Nemterequeteba o Zuhe (El Civilizador)
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